Verano y aire acondicionado. ¿Cómo ahorrar?

El verano es duro y el cambio climático perjudica con sus cada vez más intensas olas de calor. El aire acondicionado ayuda a hacer de la temporada estival algo más llevadera, pero ¡cuidado!; luego llegan las facturas de luz.
Tener aire acondicionado puede traducirse en un gasto de 250 euros. Esta cifra dependerá de la etiqueta energética del aparato, de la temperatura a la que se ponga, de la ventilación de la casa y de un correcto mantenimiento de los aparatos.
Consejos para gastar menos
A continuación, se indican 5 consejos básicos para que un verano con aire acondicionado no suponga la ruina de una economía doméstica. Si aun siguiéndolos al pie de la letra, las olas de calor no te han permitido reducir el gasto, puedes recurrir a los préstamos rápidos para pagar tus recibos de electricidad.
1. Poner el termostato a una temperatura de entre 20-24 grados es suficiente para que una habitación esté refrigerada. Cada grado equivale a un 10% de ahorro, lo que puede suponer 20 € al mes.
2. Es mejor un aparato de aire acondicionado de eficiencia energética A +++ o A ++. El ahorro puede traducirse en un 30% de la factura.
3. Preparar la casa antes de encender el aire. Todas las ventanas tienen que estar cerradas y las persianas bajadas si se recibe el sol de manera directa.
4. Hacer un mantenimiento de los filtros del aire acondicionado permite que los equipos funcionen mejor. Además, quitan residuos como fibras, polen o polvo.
5. Ventilar las estancias por la mañana temprano para que circule el aire y poner de vez en cuando un ventilador. Así se consumirá 2 o 3 veces menos.

Antes de encender el aire
Retrasar el encendido es la medida más eficaz para ahorrar, aunque a veces el calor tan insoportable hace que no quede más remedio que sucumbir antes sus encantos. Para no poner el aire todo el día o, por lo menos, aplazar todo lo posible el encendido, hay una serie de medidas que puedes poner en práctica.
1. Usa un ventilador. Los ideales son los de techo, muy habituales en las casas de la costa. Si no tienes y no entra en tus planes instalarlo, busca alguno de pie para que reparta el aire. Los ventiladores tienen un consumo de luz bastante bajo y llegan a bajar la temperatura de la habitación hasta 5 grados, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE).
2. Come bien. Estoy incluye alimentos que hidraten, así como bebidas refrescantes que evitan las sacudidas de calor. Beber mucha agua, sobre todo los más pequeños y los ancianos, es una de las medidas más eficaces.
3. Usa tejidos frescos para la ropa y viste de colores claros. Cuanto más fresca sea la prenda que te pongas, menos tela tenga y, si es posible, que sea de algodón, menos calor tendrás para afrontar la jornada veraniega.
Cómo controlar el gasto
La temperatura de la casa no puede ser 12 grados menos que la de la calle para evitar unas diferencias muy bruscas. Como ya se ha indicado antes, mantener el hogar entre 20-24 grados es más que suficiente para que el verano sea llevadero. Cuando más bajes la temperatura, más se disparará el consumo.
Son muchos los consumidores que se preguntan si apagar y encender el aire a lo largo del día consume más que dejarlo encendido. Apagarlo solo es eficaz si se va a estar fuera de la casa durante mucho tiempo, no si se va a volver enseguida.
La razón es que cuando se llega a la temperatura seleccionada, disminuye el consumo y vuelve a intensificarse cuando comienza a subir la temperatura otra vez. Mantener la temperatura es primordial para evitar un gasto de luz más elevado.
Si aún no tienes aire en casa y estás pensando ponerlo, mira bien el aparato que compras porque uno que no sea eficiente puede consumir hasta un 60% más de otro que sí lo sea. La potencia también es importante y debe ser adecuada para los metros cuadrados de la estancia a refrigerar.