¿Necesitas un asesor financiero?

Puede que la figura del asesor financiero te suene a chino dada la situación de tu economía en estos momentos. Este profesional es aquel que te orienta a gestionar lo que tienes de la manera más eficaz posible, ya sea una economía personal, empresarial o se trate de tu patrimonio y necesidades varias.
Si siempre habías pensado que era cosa de ricos, te equivocas; un asesor financiero puede darte esas soluciones fiscales que necesitas y solo no eres capaz de entender. Tener a uno de confianza te obligará a pensar en el futuro si estás pensando invertir o, simplemente, de cara a la jubilación.
Ventajas de un asesor financiero
Cualquier persona que se dedique a la asesoría tiene estudios relacionados con contabilidad, finanzas o economía. Las carreras que han estudiado podrían ser: Administración y Dirección de Empresas, Económicas, un doble Grado de Derecho o algún máster en fiscalidad, banca o finanzas.
Esta profesión, regulada por leyes en todo el mundo, puede hacer sentir seguro a más de uno al tener sus ingresos a buen recaudo. Las razones por las que conviene contratar a un asesor financiero incluyen alguna de esta:
Consejos de administración
Quieres saber cómo administrar tus ingresos para ponerte en marcha con algún plan de emprendimiento o quieres ayuda con un plan financiero concreto. Un profesional puede darte una mejor perspectiva de la situación y, además, tener una objetividad con la que tú no cuentas.
Has recibido dinero repentinamente
La vida ha llevado a tu cuenta corriente un dinero no esperado por una causa concreta: una herencia, la lotería, un divorcio… Un asesor será la persona que quite el estrés derivado de no saber qué hacer con esa cantidad y no necesitas más quebraderos de cabeza.
Tu negocio lo necesita
Los impuestos y las finanzas en general quitan más tiempo del deseado. Por eso, si tienes un negocio propio te interesa contratar a un asesor financiero para que te ayude. Además, será el encargado de rentabilizar todos los recursos de los que dispongas y tomar las decisiones difíciles.
El tiempo es oro
A medida que cumples años, te das cuenta de la importancia del tiempo y no quieres perderlo en temas que no dominas. Confiar tu dinero a un asesor financiero te hará poder centrarte en lo que de verdad entiendes, eso sí, tiene que ser un profesional de tu total confianza.

Al ser conocedor de la legislación y de las políticas fiscales, te quitará de encima horas de investigación y estudio. Si además quieres dar el paso hacia la inversión, sabrá asesorarte sobre cómo acelerar tu negocio o, simplemente, administrarlo de la manera más eficaz posible.
Inconvenientes de un asesor financiero
En muchas ocasiones, suele dudarse si se necesita un asesor financiero y si el servicio que se ha contratado se ajusta a las necesidades de cada uno. A esto se añade la pregunta de “¿estaré pagando lo correcto por el servicio recibido?”. El objetivo de esta ayuda es ganar tiempo y dinero, lo que se traduce en ahorro.
No contrates a la primera persona que se cruce en tu camino y asegúrate de que es de confianza y cuenta con las certificaciones válidas y buenos antecedentes. Investiga, pregunta y comprueba su historial. Aun así, no necesitarás a un asesor financiero si te encuentras en una de estas situaciones:
Tienes las financias bajo control
Si tu nivel de comprensión sobre finanzas es suficiente como para no contratar ayuda profesional, eso que te ahorras. Si puedes hacer solo las cuentas, los balances y administrar tus bienes o negocio, no necesitas pagar a otro para que lo haga. Eso sí, siempre podrá ayudarte y darte otro punto de vista.
El candidato no está a la altura
El asesor tiene que estar a la altura de tus necesidades y expectativas para moverse en las finanzas como pez en el agua. Debe tener claras tus prioridades y saber cómo actuar para serte siempre útil. Solo debes contratarlo si cumple tus expectativas y tiene un plan de acción lo suficientemente sólido y maduro como para que te convenza.
Además, el asesor tiene que ser el adecuado para lo que precises en ese momento, es decir, si te interesan los planes de jubilación o los fondos fiduciarios, no contrates a un asesor de inversiones, y si lo que quieres es que administren lo que ganas, no busques a un asesor financiero.
Contratar a un asesor financiero que lleve tu economía no es difícil si sabes cuándo hacerlo. Te ahorrará tiempo y dinero si es un buen profesional y te brindará la ayuda necesaria a largo plazo con sus consejos, ya sea de cara a la jubilación, para tener controlados los impuestos o para todas aquellas consultas que surjan sobre la marcha.