Qué es un seguro de salud

El eterno debate sanitario se basa en este binomio: sanidad pública o sanidad privada, pero ¿por qué no combinarlas? Tener o no tener un seguro de salud viene muy condicionado con la situación económica de cada uno, aunque hay más factores determinantes como ocupar ese hueco que a veces deja la sanidad pública.
Seguros de Salud, en qué consisten
Aunque la calidad de la sanidad pública no es algo que se ponga en duda a la hora de contratar un seguro de salud, siempre se busca en la privada algo más. Para muchos pacientes será el complemento perfecto para cubrirse las espaldas en caso de necesidad, especialmente en tiempos de pandemia.
El seguro de salud es un contrato con una compañía mediante el cual te ofrecen cobertura médica, asistencial y económica (si fuera necesario) a cambio del pago de una mensualidad estipulada en contrato.
Ventajas de tener un seguro de salud
Si te debates entre seguro de salud sí o no, antes deberías hacer un repaso a sus pros y contras. Entre las bondades de contratar un seguro médico, algo voluntario para cualquier persona, en la sanidad privada están los siguientes
1. Rapidez a la hora de conseguir citas médicas.
2. Menos listas de espera.
3. Citas directas con el especialista sin tener que ser derivado por la Atención Primaria.
4. Libre elección de centro médico u hospital.
5. Variedad de opciones para elegir médicos.
6. Fácil adaptación de las citas a la vida personal o profesional
7. Conseguir una segunda opinión en un diagnóstico es sencillo.
8. Bastantes opciones para elegir un hospital.
9. Aporta tranquilidad al saber que es una opción que tienes ahí.

Inconvenientes de tener un seguro de salud
1. Hay que pagarlo. Si la cuota es mensual o anual dependerá de la compañía. Hay que tener en cuenta que no es lo mismo un seguro de salud para uno que para cuatro.
2. Tiene periodos de carencia; es decir, que no tendrá validez hasta pasado los días estipulados en contrato. Si te pasara algo incluido en ese periodo, el seguro de salud no te lo cubriría.
3. No cubre enfermedades que ya tenga el cliente cuando se hace el seguro de salud ni a veces las enfermedades crónicas (entérate de cómo responde tu compañía antes de contratarlo).
4. Hay que informarse muy bien del sistema de copago (una parte la paga el cliente y otra la sociedad médica) porque a veces es demasiado alto.
Antes de contratar, compara
Hay infinidad de compañías que ofrecen seguros de salud (Sanitas, Adeslas, Aegon, Mafre, Caser, Asisa… por citar algunas), así que decidirse por una no es sencillo. Te recomendamos que antes de lanzarte a pagar, cotejes bien lo que te ofrecen y, sobre todo, a qué precios.
Comparadores de precios como Rastreator, pueden ayudarte un poco en esta difícil elección. Analiza precios, coberturas y estudia bien si el seguro se basa o no en el copago. Según esta web, el cliente puede ahorrarse hasta 120 euros con un pequeño análisis antes de contratar el definitivo.