La inflación no frena el turismo en España

09 ago 2022

Los españoles están preocupados por la inflación, pero eso no frena sus ganas de disfrutar de las vacaciones. El 59% de la población se agobia con el gasto, pero sigue destinándose parte de los ingresos al ocio y a los viajes vacacionales, según un estudio del IPSOS.

Solo un 8% dice no tener miedo a la inflación, mientras que un 33% asegura tener un riesgo medio de verse afectado y un 54% opina que sus posibilidades de tener problemas son elevadas. Las medidas que los ciudadanos están llevando a cabo en esta lucha contra los precios se centran en limitar el gasto de la siguiente manera:

  • Un 21% compra menos comidas preparadas.
  • Un 21% reduce gasto en desplazamientos.
  • Un 37% controla el gasto en restaurantes.

Carestía y preocupación

El inagotable aumento de los precios sigue siendo un tema de preocupación para la mayoría de las personas y un reto en toda regla para los gobiernos. Llama la atención que, con este panorama, 1 de cada 3 españoles no esté llevando a cabo ninguna medida para evitar la inflación.

De hecho, este primer verano después de las restricciones del COVID no está teniendo repercusiones alarmantes en el sector turístico. La gente tiene ganas de salir, disfrutar, vivir y viajar después de todo lo vivido con el coronavirus, aunque eso implique tener que recurrir a préstamos al consumo para financiar las vacaciones.

El informe Essentials publicado en la plataforma Global Advisor así lo manifiesta tras las investigaciones realizadas del 10 al 13 de junio de 2022. El temor a la inflación está patente, pero no impide la recuperación de la vida después de la pandemia que restringió la vida del mundo entero.

La inflación afecta personalmente

El informe deja claro que la preocupación por la inflación está ahí. Un 50% de los entrevistados dice que su estrés por la subida de precios es notorio. A esto se le añade el agobio por la guerra de Ucrania en un 14% y por el COVID en 19%. Los países más preocupados, según el estudio, son España, Francia y Reino Unido.

Independientemente del riesgo que supone la inflación para la economía, cada vez son más las personas que consideran que les está afectando de manera personal. Un 48% de los ciudadanos cree que es un riesgo destacado para el país, mientras que el 39% opina que lo es para ellos.

En el caso concreto de España, ese porcentaje sube a un 65% entre los que opina que es un alto riesgo para el país y de un 54% los que se lo toman como algo personal. Bien es cierto que no todos los españoles consideran tener los mismos problemas ante la inflación.

El 39% de los españoles cree que su riesgo ante la subida desmesurada de precios es muy alto, y el 37% considera que le afecta a título personal. El 22% cree, por su parte que el riesgo es inexistente. Además, la percepción de peligrosidad va creciendo sutilmente.

Se ahorra en ocio y comidas

Renunciar a viajar después de todas las restricciones es impensable en España, pero se acortan las salidas y se escatima más en ocio y comidas fuera de casa. Comer en casa o en el alojamiento escogido es una buena medida para ahorrar sin prescindir cambiar de aires en verano.

El 37% de los entrevistados dijo que salía menos a comer o cenar fuera de sus casas y solo el 12% renunció este año a las vacaciones. Un 21% dice que consume menos comidas ya hechas y cocinan para frenar el consumo. Solo un tercio de la población es el afortunado al que la crisis ni le afecta ni le preocupa.

Sí es cierto que los viajes nacionales son más escogidos que los internacionales porque quedarse más cerca de casa es más económico que salir más allá de las fronteras. Los planes nacionales, por su parte, subieron 3 puntos con respecto al mes anterior mientras que los internacionales solo lo hicieron en uno.