Sueldo Bruto y Neto. Conoce las Diferencias

Fuiste a una entrevista de trabajo, pactaste un sueldo y ¡horror! Al cobrar la primera nómina llegaron las sorpresas. Como corresponde, sueldo bruto y neto no coinciden, pero ya es tarde para intentar cambiar las condiciones de tu contrato. Lo único que te queda es aprender bien la diferencia para la próxima y negociar tu llegada a una empresa con las cosas más claras.
Son muchos los conceptos para tener en cuenta en una nómina, pero siguiendo los consejos de Wandoo te convertirás en todo un experto de tus asuntos laborales. Léela con atención para entender bien qué es el IRPF, qué tipo de contrato tienes, cuál es tu sueldo bruto y neto con todas las deducciones ya hechas.
Sueldo bruto y neto
El salario de un empleado es la cantidad mensual que se cobra por el desempeño de sus funciones en una empresa. No distinguir el sueldo bruto y neto puede llevarte a confusiones desagradables que es mejor evitar desde el principio. Cuando se pacta el sueldo con una compañía, esta siempre habla en bruto. Si tú también, ¡enhorabuena! Habláis el mismo idioma.
El sueldo bruto incluye todas las cantidades que se pagan al empleado antes de hacer las retenciones y las cotizaciones estipuladas por ley. En tu nómina figurará en “Devengos” e incluye el salario base, complementos y mejoras. Por eso, es más alto que el neto y de ahí la falsa confusión, cuando te hablan en términos brutos, de que cobrarás más.
El sueldo neto es el que recibirás una vez descontadas las retenciones y todas aquellas cotizaciones obligatorias. Es decir, será la cantidad contante y sonante que te llevarás a fin de mes. La cantidad dependerá, en parte, del impuesto a la renta en las personas físicas que tengas. Que no sea más bajo de lo debido te librará de más de un susto, pero esta vez con la Agencia Tributaria.

Retenciones de un salario bruto
Un sueldo bruto se negocia con la compañía, es más elevado que el neto y no refleja exactamente de lo que cobrará el empleado. Este incluye los siguientes conceptos que pasamos a desmenuzar:
1. Retenciones del IRPF. Se regula por ley y determina un porcentaje distinto para cada situación y empleado. Es como una cifra que se anticipa a la Agencia Tributaria a la espera de ver la declaración de la renta. Te recomendamos el post de Wandoo sobre IRPF.
2. Retenciones a la Seguridad Social. Estas incluyen las cotizaciones por desempleo, las contingencias comunes, las cotizaciones por enfermedad profesional y las cotizaciones por accidente de trabajo. La formación profesional también computa en este tipo de retenciones.
Te recomendamos la calculadora de retenciones del diario Cinco Días, bastante fiable para saber, dadas tus condiciones, lo que cobrarás una vez aplicadas las deducciones. Cuando pactes un sueldo, haz examen de conciencia y piensa en neto antes de dejarte llevar por números que pueden ser solo ilusiones.