Juntos, pero no revueltos. Finanzas en pareja
¡Por fin llegó el amor a tu vida! Sientes mariposas en el estómago, estás pletórico de emoción, no falta nada en tu relación… y llegó el momento de hablar de dinero. Los españoles destacan por evitar tratar los temas monetarios cuando empiezan una relación. Tabú, vergüenza… sea lo que sea, necesita una conversación urgente.
La persona con la que compartes tu vida va a ser parte de tus gastos, razón por la que pueden aparecen ciertas preguntas: ¿tienes hipoteca?, ¿necesitas financiación?, ¿tienes créditos rápidos activos? Cuando ya conoces un poco el panorama económico de tu pareja, llega el momento de dar un siguiente paso.
El amor (y los gastos) están en el aire
La comunicación fluida siempre es necesaria, pero más para disfrutar de una salud financiera adecuada, tal y como señala el portal del cliente bancario del Banco de España. Entre las preguntas más habituales se plantea el hecho de mantener cuentas separadas o hacer una conjunta o cuánto aportará cada uno para los gastos.
Cuáles son los objetivos
Si vuestra historia funciona y tenéis las cosas claras, es preciso analizar si se tienen objetivos comunes. Estos pueden ser irse a vivir juntos para empezar, comprar una casa o alquilar un piso. Si estáis en otro nivel, quizá estéis valorando el hecho de adquirir un coche o, incluso, hacer un fondo de pensiones juntos.
Con los objetivos claros, será más sencillo que el bienestar económico reine en la pareja, pero no hay que olvidar el día a día. Para ello, queda definir si moverse en cuentas conjuntas o cuentas separadas. Lo más recomendable, según el portal del cliente bancario, es mantener la independencia siempre que se pueda.
Esta independencia no implica tenerlo todo separado, sino destinar ciertas cuentas conjuntas para propósitos definidos de antemano. Un ejemplo de ello son los gastos diarios, un colchón de emergencia, proyectos en común a largo plazo, el ocio, los gastos de suministro…
¿Sois compatibles desde el punto de vista financiero?
La compatibilidad puede medirse de muchas maneras (inquietudes, sexo, manera de ser o pensar…) y eso incluye la economía de cada cual. A lo mejor cuando estás con alguien no te has preguntado si sois compatibles financieramente, pero nunca está de más para asegurar que entre vosotros no se abre un abismo por dinero.
Buena salud económica
Si ambos tenéis una buena salud financiera, vuestras costumbres de gasto no suponen un obstáculo, tenéis una actitud respetuosa con el dinero, habláis de vuestros objetivos económicos, habéis elaborado un plan para vuestra economía en pareja y podéis hablar de dinero tranquilamente, ¡la relación funciona!
En caso contrario, lo mismo ha llegado la hora de sentarse a hablar de dinero antes de avanzar más con vuestra vida en común. El que une su corazón, une sus finanzas y es necesario que estéis de acuerdo, si no en todo por lo menos en algo, en cómo gestionar el dinero juntos.
Un paso adelante
Ha llegado el momento de formalizar vuestra historia de amor no se sabe si con boda, pareja de hecho o simplemente viviendo juntos, pero está claro que queréis formar una familia. Aquí hay que valorar las repercusiones fiscales que tendría vuestro enlace y detallar cómo repartiríais las responsabilidades económicas viviendo juntos.
Crear un presupuesto familiar llegado el caso es muy importante y seguirlo más; de ello depende la buena organización y funcionamiento de vuestra economía doméstica. Tampoco está de más saber si el otro tiene deudas y cómo es su perfil de riesgo, sobre todo para luego no llevarse sorpresas de última hora.
Plantearse el ahorro y los plazos para llegar a la cantidad decidida es un paso más en la relación si podéis permitíroslo. Muchas veces, además, requiera volver a analizar los planes e ir rectificándolos sobre la marcha en función de la situación. Si ya os planteáis ahorrar juntoses que la cosa va bien.