La clase media se tambalea: menos ingresos y más deudas

25 feb 2025

La clase media se ahoga en un mar de lágrimas. Aunque pertenecer a ella no parece mal plan en un primer momento, esconde trampas cada vez más difíciles de localizar. Ni ricos ni pobres sino todo lo contrario… el panorama es bastante desalentador: no te va muy mal, pero tampoco estás para tirar cohetes.

El acceso a créditos online ha sido una solución para muchas familias de clase media que enfrentan dificultades económicas. Sin embargo, el aumento del endeudamiento es solo un reflejo de una problemática más profunda: la creciente presión sobre los hogares de ingresos medios.

Un estudio de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) deja claro que la estabilidad financiera de la clase media se ha visto amenazada en las últimas décadas, lo que ha generado incertidumbre y una sensación de vulnerabilidad económica.

Según la organización para la cooperación, la clase media es aquel grupo de población cuyos ingresos están entre los 13.737 y 36.737 euros al año. Estos umbrales pueden variar en las distintas comunidades autónomas en la que se viva por el coste de la vida y los niveles salariales.

La clase media desaparece en silencio

Históricamente, pertenecer a la clase media significaba estabilidad y acceso a un estilo de vida cómodo. Sin embargo, este grupo ha ido reduciéndose con cada generación hasta llegar a un punto de no retorno en el que nada parece estar a su favor. Ahora ser clase media, no es tan bueno.

Mientras que el 70% de los baby boomers (nacidos entre 1949-1968) formaban parte de la clase media en su juventud, solo el 60% de los millennials (nacidos entre 1981-1996) pueden decir lo mismo. La falta de empleos estables y bien remunerados ha sido un factor clave en este cambio.

Ingresos estancados

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la clase media es el escaso crecimiento de sus ingresos. En los últimos 30 años, los ingresos medios han crecido un tercio menos que los del 10% más rico de la población. Eso de todo sube menos los sueldos, lo tratan de llevar lo mejor posible.

Esto ha provocado que muchas familias enfrenten dificultades para mantener su nivel de vida, obligándolas a recurrir a distintas opciones de financiación para cubrir necesidades básicas como la vivienda, la educación y la salud (préstamos personales, préstamos rápidos, minicréditos…)

La vida sube y ella está igual

El coste de la vida ha aumentado para la clase media a un ritmo mucho más rápido que la inflación. Un ejemplo claro de esto se ve en la vivienda, cuyos precios han crecido tres veces más rápido que los ingresos medios durante las últimas dos décadas por distintas razones.

Este fenómeno ha generado una brecha cada vez mayor entre los ingresos familiares y los gastos básicos, lo que hace que muchas familias tengan dificultades planificar a largo plazo. Ahorrar ya es algo que solo está al alcance de unos pocos que pueden permitirse el lujo de hacer un colchón, aunque eso implique renuncias (vacaciones, ocio).

El endeudamiento es evidente

El creciente coste de vida y la falta de aumento en los salarios han llevado a un incremento en el endeudamiento de los hogares de clase media. Más de una de cada cinco familias gasta más de lo que gana, lo que las hace vulnerables ante cualquier crisis económica.

La automatización y los cambios en el mercado laboral han agravado esta situación, ya que muchas personas han perdido empleos bien remunerados y han tenido que aceptar trabajos menos estables. Esta situación hace que mantener el nivel de vida sea imposible de mantener y haya que replantearse el camino andado.

¿Hay soluciones?

Para aliviar la presión sobre la clase media, es fundamental que los gobiernos revisen sus políticas fiscales y de bienestar social. Reformar los sistemas de impuestos y beneficios puede contribuir a reducir la desigualdad y brindar más oportunidades a las familias de ingresos medios.

Un ir y venir de desafíos

La clase media enfrenta múltiples desafíos que amenazan su estabilidad económica y social. El aumento del coste de vida, el estancamiento de los ingresos y el endeudamiento creciente son problemas que deben abordarse con urgencia. Sin medidas efectivas, la clase media podría seguir reduciéndose, lo que afectará a las familias, a la economía en su conjunto y a la salud mental.