Qué tener en cuenta para contratar un seguro de coche

Un coche en propiedad lleva implícito una serie de gastos que ya habrás considerado; uno de ellos, probablemente el más costoso, es el seguro. Ya sea porque te acabas de comprar un vehículo o porque quieres cambiar el seguro que tienes, hay ciertos aspectos que debes tener en cuenta antes de la contratación.
El seguro es obligatorio, así que de este gasto no te libras. Sí puedes abaratar costes escogiendo una póliza u otra, pero el desembolso anual o a plazos está asegurado. Si necesitas dinero para pagar tu cuota, ten en cuenta que los préstamos rápidos pueden ayudarte.
Antes de contratar un seguro de coche
El primer paso es recopilar toda la información del vehículo: marca, modelo, año de matriculación…. Estos datos son necesarios para que la compañía aseguradora establezca el precio de la prima. Bien es cierto que, además, influyen factores como la ciudad en la que se viva, los años de carné, el historial y el perfil del asegurado.
Después debes decidir la cobertura que mejor te viene porque no es lo mismo el precio de un coche a todo riesgo, a terceros o con franquicia. En función de tus necesidades tendrás que elegir una de estas opciones sea cual sea la compañía por la que finalmente te decidas.
Cuando te pongas a preguntar a tus amigos y conocidos y, como no, después de una navegación profunda en internet, verás que hay más compañías de las que imaginabas. ¡Compara! Aunque esto lleve un tiempo, haz cuantas simulaciones sean necesaria para conseguir el seguro al mejor precio.
Una vez decidida la aseguradora, lee bien los términos y condiciones de contratación antes de firmar nada. Es importante que entiendas todo, que sepas cómo funciona el seguro y, por supuesto, cuáles son tus coberturas en caso de tener un accidente (no comiences a investigar esto cuando ya has tenido un siniestro).

Todo riesgo, franquicia o a terceros
Esta respuesta te traerá más de un quebradero de cabeza, especialmente si tienes ya el coche asegurado a todo riesgo y quieres cambiarlo para ahorrar algo. La Ley de Murphy es una realidad y, es probable, que en cuanto dejes un seguro a todo riesgo tengas golpes sin importancia que te harán maldecir la decisión de haberte cambiado.
Todo depende de tus necesidades, de tu poder adquisitivo y de si te gusta llevar el coche como un pincel o no eres muy exigente con tus propios daños. Si solo te importan los daños a otro, el seguro a terceros es tu opción, pero si quieres tener tus daños cubiertos, elige, sin duda, el todo riesgo.
La opción del todo riesgo suele contratarse en coches nuevos, seminuevos, en coches caros o para aquellos conductores que acaban de sacarse el carné. El seguro a terceros se reserva para vehículos más antiguos, conductores experimentados o que lo utilizan poco y para aquellos que solo quieren cubrir expediente para poder circular.
En el medio de estas opciones está el seguro con franquicia, es decir, aquel seguro en el que hay una cantidad que se establece por contrato y que el asegurado tiene que asumir cuando hay un siniestro. Por ejemplo, si la franquicia es de 200 euros y el conductor tiene daños por valor de 500 €, el seguro solo le cubriría 300 €.
Coberturas necesarias
Hay ciertas coberturas necesarias que se detallan a continuación. Tenerlas claras, al igual que su precio, es vital para asegurar un servicio que se adapte a tu situación. Toma nota de ellas:
- Responsabilidad civil.
- Asistencia en carretera.
- Seguro de robo y accidente.
- Daños propios.
- Responsabilidad por daños a otros.
- Daños a terceros.
Tienes que dar un parte
Si te has visto involucrado en un accidente, ya seas víctima o culpable, habrá llegado la hora de dar un parte a la compañía de seguros. El parte es el inicio del proceso para la reparación de datos tuyos y del contrario. El primer paso es reunir todos los datos necesarios para la tramitación de este:
- Nombres, apellidos y dirección de los involucrados.
- Fecha, hora y lugar del siniestro.
- Datos del seguro (compañía, número de póliza).
- Datos del coche (matrícula, coche, modelo).
Cuando dispongas de todos los datos, deberás llamar al seguro e informarles del siniestro, aunque ahora ya puedes hacerlo todo online en casi todas las aseguradoras. Se te pedirán los datos que ya guardaste y tendrás que dar una descripción detallada de cómo fue el accidente.
Tener coche es casi un lujo, más si se tiene en cuenta el precio de la gasolina (a menos que tengas un coche eléctrico), pero hay cosas en las que no se puede escatimar y una de ellas es el seguro.